“...non vogliamo fare politica né conquistare simpatie da parte della stampa o dei potenti. Vogliamo salvare vite umane e tutelare i deboli dalla persecuzione”.
“...no buscamos hacer política, ni simpatizar con la prensa o los gobiernos. Queremos salvar vidas humanas y acabar con las persecuciones a los más débiles”.
Solidaridad, justicia e igualdad son algunas de las máximas por las que diariamente lucha este grupo italiano que se formó para tutelar los derechos humanos y civiles. Como principal influencia destacan al Grupo Westerweel que durante los años 40 se opuso a la persecución de judíos en Holanda. La activista del mismo, Mirjam Waterman Pinkhof, que cuenta con nueve décadas de historia sobre su espalda y que ayudó en su época a que más de 70 niños se librasen de la deportación o la cámara de gas, mantiene ahora un fiel contacto con EveryOne.
Sin defender una corriente política, y sobre todo sin ánimo de lucro y de forma pacífica, desarrollan su actividad a nivel internacional. Su acción permanente insiste en estudiar e investigar las condiciones en las que se encuentran las minorías, así como de mantener viva la memoria histórica.
Su labor no queda en el olvido y todo aquello que realizan es posteriormente narrado en un artículo o video que es a su vez colgado en su página web. De esta manera consiguen que la noticia llegue a más personas y, aunque esto no vaya a cambiar el mundo, pueden ir concienciando a aquellos que no se conforman con mirar a una única perspectiva y en un único sentido.
Actualmente y como tema principal destacan el tráfico de personas en manos de organizaciones islamistas como Hamás y los Hermanos Musulmanes. Una información de gran interés de la que se sabe poco o nada. Según EveryOne, africanos procedentes de países como Eritrea, Somalia, Sudán o Etiopia buscan atravesar Egipto para encontrar la estabilidad en Israel. Para emprender la aventura pagan alrededor de 2.000 $ por ser transportados como animales hasta su destino. En el desierto de Sinaí el viaje termina, los traficantes piden 8.000$ a cada persona. Como ninguno de ellos tiene recursos viven como esclavos para ellos a la espera de recibir una recompensa por parte de sus familias, la mayoría de las veces sin posibilidades. Tienen un tiempo para obtener la cantidad de dinero requerida por sus captores, después comenzarán las torturas (también piden dinero a los familiares para que cesen), las amenazas, así hasta llegar a ser intervenidos quirúrgicamente para extraerles los órganos y traficar con ellos. Los cuerpos son posteriormente desintegrados para no dejar pruebas, sin embargo últimamente se han encontrado cuerpos sin órganos en Sinaí. El problema sigue en activo, desde que en diciembre se publicase esta noticia. Ayer mismo se encontró otro cadáver, en esta ocasión correspondía a un chico eritreo. EveryOne está en contacto con los gobiernos egipcios e israelitas para que pongan punto y final a estas actividades pero falta mucho por hacer. Las noticias sobre este asunto son diarias y de calidad.
Estos son sólo algunos ejemplos:
EveryOne hace honor a su nombre y apoya a todas las personas que sufren violaciones a los derechos humanos. Por ello quiero destacar la carta que esta ONG envió al Gobierno Iraní como llamamiento por la vida de Sakineh Mohammadi Ashtiani.
Al mismo tiempo, la organización trabaja en Italia para mejorar la calidad de vida de los inmigrantes, indigentes, etc. En este caso, a través del vídeo La fábrica de la muerte, explican el episodio que vivió una familia rumana, de etnia gitana, que habitaba en una fábrica de Pesaro. La policía acudió una mañana de febrero y les echó de la propiedad privada sin usar sus mejores formas. Dos de las mujeres del grupo estaban embarazadas y perdieron a sus pequeños por la forma en que les trataron y por tener que dormir en la calle los días siguientes.
Estos son sólo algunos de los ejemplos del tercer sector de la comunicación, que no igualará nunca en audiencia a Telecinco, por la diferencia de sus contenidos y la calidad de los mismos. Quizás EveryOne trate de forma excesivamente dramática algunos hechos, pero al menos da relevancia a temas de los que nadie habla. Para juzgar el tratamiento de una noticia estamos nosotros, en nuestro papel de consumidores. Del mismo modo, me parece una forma perfecta de dar a conocer asuntos de “escaso interés para muchos”. Somos pocos los que odiamos la farándula pero aún existimos.
A la calidad de la página se suman los videos, la distribución de la misma y las informaciones de sus colaboradores, conformando así una cómoda visita a la web que en ningún momento reclama donativos, ni muestra publicidad. En definitiva una muy buena labor periodística, informativa y sobre todo solidaria.
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